¡Oh! Pequeña de amor indómito
tu inocencia se perdió.
Ya tus piernas tan abiertas son
que no distingo tu sonrisa.
La bahía entre tus senos y tu cadera se esfumó,
sólo quedó un inmenso balón
que más tarde se convertiría en tu alegría
¡Pequeña soñadora!
volaste lejos sin hacer caso al mal tiempo.
Diste la danza del triunfo.
¡oh! Esquirla de luna,
ha llegado tu maestra.
la vida es de otro color más verde
y sueñas por dos.
Cantas el sonido de los dioses
y esperas cosecha de felicidad.
¡Mujer de hierro!
Ya nada…o tal vez todo te hace daño
Un escudo te protege y una daga te lastima
No ocultes en llanto tu alegría
No finjas tristeza prematura
Exploradora.
Tu alegría derrotó la incertidumbre de un solo golpe
y comenzó el nuevo tiempo de tu historia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario