El rostro seco de un niño,
el sonido de lobeznos
un estridente injustificado.
Las luces se hacen más amarillas, y dividen en cuatro rayos la esperanza de silencio.
Al clima le hace falta la brisa del mar
Y el gegen se pega a las extremidades húmedas del cuerpo.
El corazón en la cabeza palpita, y en el cerebro…
…Un trancón de las doce del día en la oriental con la música de un busero cristiano.
El reloj gira a la izquierda .
La cantaletica de una mamá…
Taladros y trompetas.
Fogones y picantes.
Venteros de verduras.
Y el “vengo a ofrecerles este delicioso dulce” más amargo cada día.
- ¡SILENCIO!
estoy en mi cuarto…
…pensando…
¿Qué pasa cuando los niños lloran que no controlo mi agresión?
Desesperan los ojos y sudo almuerzo de sancocho.
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